Feministas

Las que acusaron a los gallos de violar a las gallinas sólo recaudan 1.615 € del objetivo de los 50.000

animalistas Feministas del colectivo Almas veganas.
Feministas del colectivo Almas veganas.

El colectivo de veganas que se hicieron famosas por acusar a los gallos de violar a las gallinas a la hora de fecundar los huevos han fracasado de nuevo en su colecta. De los 50.000 euros que esperaban cosechar a través de un crowdfunding en Internet, tan sólo han reunido 1.635 euros. Como publicó OKDIARIO, el grupo animalista Almas Veganas inició una colecta pero perdieron todo lo recogido por una serie de fallos humanos. Ahora que habían reiniciado la campaña no han tenido mucho éxito.

Entonces había 3.400 euros de los 50.000 que tenían como meta. Pero lo perdieron por una serie de errores en la plataforma que usaron para esta vía de financiación, la web Gofundme. En este punto, volvieron a empezar la colecta, pero después de tres meses con la recogida de fondos abierta, sus seguidores les han vuelto a dar la espalda.

Cabe destacar que este proyecto ya sufrió un importante varapalo cuando la mayor parte de los voluntarios que trabajaban en el terreno abandonaron. De las más de 10 personas que arrancaron con el santuario de animales, como ellos denominan a su centro, la mayor parte tiró la toalla y únicamente dos personas siguen involucradas a tiempo completo. No obstante, últimamente están recibiendo la visita de personas voluntarias que se quedan una temporada. Además, de la colecta a través de las redes sociales, estos activistas a favor de los animales tienen otras formas de financiación.

Tratan de sostener su proyecto mediante venta de camisetas, mecheros, sorteos, etc. En los últimos meses, este colectivo también saltó a los titulares de los medios de comunicación cuando se descubrió que la líder del movimiento, Fany, ejercía una doble vida de prostituta. Ella misma en la redes sociales admitió esta situación y se mostró orgullosa de ser «trabajadora sexual».

En este sentido, a diferencia de los partidos de izquierdas de las instituciones, este colectivo radical se caracteriza por defender abiertamente la prostitución. Abogan por la «interseccionalidad de todas las luchas», esto es, que al mismo tiempo defienden la lucha contra el capitalismo, el feminismo, el medio ambiente o, entre otros temas, la lucha contra lo que consideran el especismo. En sus redes sociales muestran un discurso referido a que existe una exterminación masiva en el planeta Tierra de los seres animales no inteligentes. Consideran que los animales deben tener los mismos derechos que los seres humanos y, por tanto, no están de acuerdo en el criado masivo en granjas de cualquier tipo de animal para el consumo humano.

Web de la colecta.

Por todo eso, estas veganas en su parcela llevan a cabo tareas de cuidado de animales en espacios amplios aunque sí tienen vallas de grandes dimensiones para que no se escapen. Vacas, gallinas, cabras, entre otras especies. Cada ejemplar con su nombre y con un trato como si fuera una persona refugiada.

Hipoteca

En un vídeo difundido a través de su cuenta pública en Instagram, Fani, la portavoz de Almas Veganas, lamenta que tienen que pedir una hipoteca para pagar las tierras donde tienen unos 50 animales. Explica que en los terrenos caben más de 300 cabezas de ganado, pero, ante la falta de recursos, tienen que reducir sus planes iniciales. Relata que son muchos gastos entre comida, cuidados, veterinario, gestoría, etc.

Fani apunta que a través de las fotografías de animales en las redes sociales puede parecer que en el proyecto son todo sonrisas y buenos momentos. No obstante, apunta que detrás hay mucho trabajo y sacrificio que no se ve. En el lado positivo, comenta que han ganado una persona involucrada a tiempo completo. De dos integrantes volcadas en la iniciativa, ahora son tres, pero aún así no llegan a cubrir el dinero que se requiere al mes. Explica que están vendiendo un piso en Badalona y con ese dinero pedirán la hipoteca para pagar el terreno que usan. Al comienzo del proyecto, había nueve personas, pero han ido abandonando el barco.

Según aseguró en un vídeo anterior, pusieron 40.000 euros de entrada al alquilar los terrenos que usan en Osor, municipio en la provincia de Gerona, y pagan 2.000 euros al mes. No obstante, en menos de un año se les acaba el contrato y quieren, con una hipoteca de por medio, hacerse con la propiedad de la parcela.

El proyecto comenzó «hace ya tres años con toda la ilusión del mundo para ayudar en la medida posible a los animales víctimas del especismo y del capitalismo». Denuncian que la sociedad trata a los animales como «productos, mercancías y propiedades cuando no lo son, son seres sintientes que deberían tener el mismo derecho que nosotros a vivir sus vidas sin ser utilizadas ni discriminadas».

En septiembre de 2019 acapararon los focos de los medios de comunicación. Sus afirmaciones sobre gallos violadores les lanzaron a los titulares de la prensa. Recibieron las críticas de ganaderos, cocineros como Karlos Arguiñano, etc. y cosecharon el apoyo, no obstante, de cargos de Podemos como Sergio García, hoy director general de Derechos de los Animales en el Ministerio de Derechos Sociales que lidera Pablo Iglesias.

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